ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA FERIA DE CAMPANARIO
Corría el mes de febrero de 1752 cuando ejercía el cargo de Procurador Síndico del Común en Campanario, Bartolomé Rodríguez Chacón, o sea, el que representaba y defendía los intereses del pueblo ante el concejo —lo que hacía en Roma el Tribuno de la Plebe y, en la actualidad, en España y autonomías, el Defensor del Pueblo—. No sabemos si de iniciativa propia de sus funciones o acordado por algún grupo —que debió ser, en este caso, bastante numeroso— Rodríguez Chacón se dirigió al alcalde, Diego Sánchez Donoso, proponiéndole el cambio de lugar para la celebración de la feria de Gamitas a Piedraescrita, alegando:
Que desde tiempo inmemorial, se viene celebrando el segundo jueves de marzo un mercado o feria, en una finca de la Real Dehesa de la Serena, denominada Gamitas, próxima al Camino Real y a la cañada real Leonesa, situada en la confluencia de los ríos Zújar y Guadiana. La fecha de celebración, en los últimos días del Invierno, era frecuente que coincidiese con malos temporales y desbordes en los ríos y arroyos que con frecuencia impedían el paso de las barcas y el vadeo de los mismos que algunos cruzaban con gran riesgo de perecer ahogados.
A pesar de distar dos leguas de la villa de Campanario se halla en su jurisdicción por lo que tiene que asistir uno de los alcaldes ordinarios con vara alta de justicia acompañado de regidores, escribano y numerosas personas por contener y evitar excesos y tropelías que puede ocasionar la concurrencia que hay de crecido número de gente de diferentes villas y lugares. El lugar de celebración es un campo raso sin protección ni resguardo alguno, regularmente, “obligado por la destemplanza de los temporales, y a veces impedidos con la furia de dos crecidos ríos, no pueden venderse las mercancías, dicho señor alcalde con su séquito se ve obligado a retirarse o a no concurrir; experimentándose de esto (como se hallan sin la autoridad de justicia que los refrene) motines, pleitos y quimeras con las malas resultas de golpes y heridas muy peligrosas…”Ante estas evidencias, Bartolomé Rodríguez Chacón recuerda a los señores miembros del Concejo que en el sitio donde se halla la ermita de “nuestra Señora con el título de Piedra Scripta”(1) , a una legua escasa del pueblo, sería más conveniente la celebración de este mercado, pues en presencia de “tan celestial señora se serenarían y aplacarían los más enconados disturbios”. La dotación de portales servirá de cobijo para mercaderes, concurrentes y mercancías y se logrará “sosiego y quietud”. Estas y otras recomendaciones alegó el Síndico Bartolomé en su alegato para pedir el cambio de lugar de la feria de Gamitas a Piedraescrita.
La exposición hecha por el síndico era conocida de todos los componentes del Concejo y, “por ser cierta, púbica y notoria”, firmaron los señores don Diego Sánchez Donoso, don Pedro Díaz Horrillo, don Juan Antonio de Salcedo, don Juan Donoso Palomo, don Bartolomé Donoso Daza, don Juan Antonio González de Mendoza, don Joseph Valdivia y Mendoza y Francisco Gallego Barbudo, para que se haga presente a su Majestad. No era frecuente en este tiempo llegar a acuerdos unánimes en el consistorio, pues en los documentos se reflejan constantemente las disputas por nombramientos de cargos, de las familias Donoso, Salcedo y González de Mendoza. Entre unos u otros, estas familias, gobiernan en Campanario casi un siglo.
Por la cercanía de la celebración de la feria y no dar tiempo para que dé conformidad S.M., la primera se celebra sin autorización real. Mediante misivas se hace saber a todos los pueblos que solían concurrir y, con pregones, a los de Campanario. Una vez en la ermita, se comunica de viva voz a los mercaderes por el alcalde que respeten los precios sin alza y cese la venta al “caer el sol”. La procesión de la Sagrada Imagen se realizó alrededor de la ermita, cantando arias en las paradas y con gran contento de devotos y autoridades. Satisfecho debió quedar también el mayordomo que así lo manifestó emprendiendo, al año siguiente, la obra de la construcción del camarín. También se acuerda que esta feria, en algún tiempo, si no se celebrase en dicho “santo” lugar, se ejecute en la jurisdicción de “esta” villa, aunque sea “dentro del pueblo”. Quedaba abierta la opción de trasladarla a la población.
Ya en 1750, se había traído la imagen al pueblo para efectuar rogativas ante una pertinaz sequía e invasión de una plaga de langosta. De los 29 días que estuvo la Virgen en el pueblo llovió casi todos ellos y la plaga de langosta se contuvo. La alegría de los vecinos fue tal que lo celebraron con música de cuerda, tecla y boca, repique de campanas y fuegos.
En 1760 el ayuntamiento, a petición de los vecinos, decide que se traiga la Virgen al pueblo todos los años en la víspera del segundo jueves de marzo y se celebre su fiesta. Quedaba vinculada la feria con la traída de la Sagrada Imagen —“La Entrada”— como es conocida esta acción por todos los campanarienses.
Tres son las fiestas dedicadas por su pueblo a la patrona de la Serena: Romería el lunes de Pascua desde 1895, siendo cura regente don León Aguado y Palma, hasta esta fecha se celebraba el martes; Feria de Abril —antes el segundo jueves de marzo— y, desde 1955, el aniversario de su coronación canónica.
Si visitas Campanario, podrás ver en la arcada de la fachada del ayuntamiento una lápida de bronce, de 60 por 40 cms., regalo del ayuntamiento de Santiago de Chile, a instancias del erudito chileno, don José Toribio Medina y Zavala que, habiendo leído los trabajos de investigación del párroco, don Antonio Manzano Garías, sobre el origen de Pedro de Valdivia, se inclinaba por su nacimiento en Campanario. Fue inaugurado el 15 de marzo, segundo día de feria de 1932. Se descubrió la lápida que estaba oculta por la bandera nacional (republicana) y la chilena, a los acordes de La Marsellesa (2) . D. Antonio Manzano, artífice de estos logros, no fue invitado al acto.
El 7 de agosto de 1936, la imagen de la Virgen fue quemada junto a las demás de todas las iglesias del pueblo. En 1938 Campanario pueblo fue conquistado por las fuerzas franquistas, estableciéndose el frente en el santuario de Piedraescrita, por lo que no se le pudo rendir culto en su santuario hasta 1939. En el año 1940, el imaginero sevillano Rivera reproduce una nueva imagen tallada de madera de cedro, imitación de la primitiva. A partir de los años cuarenta, la feria se celebra los cuatro últimos días de abril. En el centro del pueblo en un principio, más tarde en el parque y, hoy día, a la salida de la carretera de Quintana de la Serena.
La Virgen de Piedraescrita, es patrona principal de la Serena, desde su coronación como tal en 1955, y patrona mundial de los epigrafistas, desde su nombramiento el 1 de septiembre de 1989 por la Kommission Fur Alte Geschite und Epigraphik des Deutschen Archaologischen Instirututs. Munchen. Así se lo comunica a don Pedro Morillo-Velarde Gómez, párroco de Campanario, en carta el profesor Dr. Armin U. Stylow.
Campanario, 8 de marzo (segundo jueves del mes) de 2021. Bartolomé Díaz Díaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario